1. La nutrición es esencial: nuestra dieta es imprescindible para prevenir la caída del cabello, ya que a través de ella ingerimos las vitaminas y minerales necesarios. 2. Declárale la guerra al estrés: aprender a manejar las situaciones de estrés y controlar el ritmo de nuestro estilo de vida es crucial, ya que el estrés acelera la caída del cabello. El estrés es el enemigo número uno de nuestra piel y pelo: ¡mantenlo a raya! 3. Utiliza productos que fortalezcan el crecimiento del pelo: centra los esfuerzos en mejorar la fuerza y densidad del cabello, ya que así trabajarás directamente en la raíz del problema. Nuestros productos de la gama aromacología cumplen esta función de prevención: dotan al cabello de mayor volumen y vitalidad gracias a los aceites esenciales que contienen.