La piel grasa es relativamente fácil de reconocer. Su característica principal es la producción excesiva de sebo. Para confirmar si tu piel es grasa, puedes hacer la prueba del papel de seda para asegurarte, colocando una hoja de este en tu rostro por unos segundos. Si el papel queda con rastros de grasa en la zona de la frente, nariz, mentón y mejillas: tienes la piel grasa. Si no, descubre cómo conocer tu tipo de piel.
Otras características: poros dilatados y visibles, textura irregular de la piel, puntos negros. De hecho, el exceso de sebo puede obstruir los poros, provocando la aparición de puntos negros que, en contacto con el aire, se oxidarán y se volverán negros. Por lo tanto, puede hacer frente a la aparición de imperfecciones y granos, por lo que se deben tomar algunas precauciones en la forma en que los remediará.