Después de disfrutar del sol y la playa durante todo el verano, el cabello y la piel están secos y dañados. La exposición al sol, el agua del mar incluso el aire acondicionado producen deshidratación haciendo que la piel esté tirante y el cabello se vuelva frágil provocando su rotura. ¡Sigue nuestros consejos para mantener una piel flexible y un cabello brillante después del verano!
El agua del mar, el cloro, el aire acondicionado y la arena contribuyen a secar el pelo. Una vez que el daño ya está hecho, el cabello seco pierde su elasticidad y termina rompiéndose. Para repararlos deberás rehidratarlos. Comienza por aplicar un aceite específico del cabello antes del champú para hidratar el cuero cabelludo. Elige un acondicionador y una mascarilla adaptado a tu tipo de cabello y úsalo una vez a la semana, ¡prepara tu cabello para el invierno!